INSTITUTO JOAN ROBINSON

Julia Rojas, marzo del 2021

El Instituto Joan Robinson se construye para dar una respuesta muy precisa a los problemas que tiene planteados la ciencia de la economía. Fue hace más de 50 años, cuando la economía dejó de ser una disciplina científica y pasó a ser una herramienta ideológica en manos de las personas que dirigen las universidades privadas de los EEUU. Desde entonces, han estado utilizando la economía para impedir que los ciudadanos tomen decisiones en defensa de sus intereses legítimos , arruinando países, haciendo caer gobiernos y condenando a la pobreza a más de la mitad de la población mundial.

Tal y como Joan Robinson comentara en la década de 1970:

«El propósito de estudiar la ciencia económica no consiste en adquirir un conjunto de res-puestas ya elaboradas para las cuestiones económicas, sino aprender como evitar que los economistas nos engañen»

JOAN ROBINSON, 1970

Se entiende entonces muy bien, que una parte del trabajo del Instituto Joan Robinson será explicar a los ciudadanos cómo el pequeño grupo de personas que dirige las universidades privadas de los EEUU ha conseguido engañarnos a todos al presentar como hallazgos científicos lo que solo es idolología sin ningún fundamento. Se entiende entonces muy bien que el principal objetivo del instituto será crear los medios necesarios para ponerle remedio, impidiendo que las universidades privadas de los EEUU sigan utilizando la economía como un arma de destrucción masiva a favor de la oligarquía que gobierna los EEUU.

El problema que padece la economía se remonta más de 50 años, en pleno contexto de Guerra Fría entre los EEUU y la URSS, cuando se gestó en los EEUU un fuerte odio al comunismo, que fue llevado a su máxima expresión por el senador republicano, Joseph McCarthy. Fue entonces, cuando los docentes e investigadores que trabajaban en las universidades privadas de los EEUU fueron sustituidos de manera paulatina por personas con escaso o nulo sentido crítico y sin ninguna capacidad intelectual, pero que, como contra partida, profesaban la ideología liberal. Desde allí, desde los claustros de las universidades privadas de los EEUU, y gracias a la censura sobre los artículos que se publican en las revistas de economía, fueron sustituyendo también a los docentes e investigadores de las universidades publicas de todo el mundo, impidiendo prosperar dentro de la economía a nadie que no profesara la doctrina liberal.

Se cambió el programa de estudio de las universidades publicas. Se elevó a la categoría de teoria científica ideas carentes de cualquier respaldo o fundamento científico. Se le concedió el Premio Nobel a verdaderos nazis, como Friedrich von Hayek. Se publicaron como hallazgos científicos ideas ridículas, como el Teorema del Bienestar. Se impidió progresar a economistas talentosos por motivos ideológicos y, por contra, se facilitó el acceso a las universidades públicas de todo el mundo a los economistas que profesan la ideología liberal.

Para impedir que esto siga ocurriendo. Para impedir que se siga utilizando la economía para condenar a la miseria a miles de millones de personas. Para impedir que se utilice la ciencia de la economía como arma de guerra, es para lo que hemos fundado el Instituto Joan Robinson. La intención que guía al Instituto Joan Robinson, no es otra, que la de crear el conjunto de controles que garanticen que cualquier idea que se propague dentro de la economía será sometida a una critica permanente, porque sin la critica permanente sobre las ideas no puede existir la ciencia.

La intención del Instituto Joan Robinson es, primero, garantizar que el proceso de elección con el que se concede cualquier premio o galardón dentro de la disciplina de la economía, se haga de manera transparente y democrática. En especial, garantizar la transparencia y la participación de todos los economistas, en el proceso que se sigue para conceder el Premio Nobel de Economía. Segundo, crear una red pública de revistas de economía que garanticen la publicación por razones científica de los artículos que se presenten. Tercero, garantizar que la contratación de los docentes que enseñan en cualquier universidad publica del mundo, se haga atendiendo exclusivamente a razones de idoneidad científica de los candidatos.

Solo consiguiendo estos tres objetivos, podrá volver a ser la economía una disciplina científica. Primero, garantizando la democratización y la transparencia en el proceso de concesión de cualquier galardón honorífico. Segundo, garantizando la valoración científica de los trabajos de investigación que se publican en las revistas de economía. Tercero, garantizando la transparencia en el proceso de contratación de los docentes que enseñan en las universidades públicas de todo el mundo.

Tanto si eres economista como si no lo eres, queremos que formes parte del Instituto Joan Robinson y trabajes para conseguir que la economía deje de ser un arma de destrucción masiva en manos de las universidades privadas de los EEUU y vuelva a ser una disciplina científica.

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Derecho a Decidir

"Cualquier ser humano tiene derecho a decidir junto a los demás seres humanos en que mundo quiere vivir y en que mundo quiere educar a sus hijos"
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